Propiedades Térmicas | Conductividad, Capacidad y Transferencia

Propiedades Térmicas: Conductividad, Capacidad y Transferencia. Aprende cómo los materiales gestionan el calor, desde su conducción hasta su capacidad de almacenamiento y transferencia.

Propiedades Térmicas | Conductividad, Capacidad y Transferencia

Propiedades Térmicas: Conductividad, Capacidad y Transferencia

Las propiedades térmicas de los materiales son fundamentales en el diseño y análisis de numerosos sistemas en física y ingeniería. Estas propiedades determinan cómo un material responde ante cambios de temperatura, su habilidad para conducir o almacenar calor, y cómo transfiere energía térmica. En este artículo, exploraremos tres propiedades térmicas cruciales: la conductividad térmica, la capacidad calorífica y la transferencia de calor.

Conductividad Térmica

La conductividad térmica (λ o k) es una propiedad que mide la capacidad de un material para conducir calor. Se define como la cantidad de calor (Q) que se transmite a través de una unidad de área (A) de material en una dirección perpendicular al área, por unidad de tiempo (t) y por unidad de gradiente de temperatura (dT/dx). La ecuación fundamental que describe la conductividad térmica es:

q = -k \frac{dT}{dx}

donde:

  • q es el flujo de calor por unidad de área.
  • k es la conductividad térmica.
  • \frac{dT}{dx} es el gradiente de temperatura.

En la ecuación anterior, el signo negativo refleja que el calor fluye de la región con mayor temperatura a la de menor temperatura. Materiales como el cobre y el aluminio tienen alta conductividad térmica y son utilizados comúnmente en aplicaciones donde es esencial una rápida transferencia de calor. Por otro lado, materiales como el vidrio y el aire tienen baja conductividad térmica y se emplean como aislantes.

Capacidad Calorífica

La capacidad calorífica (C) de un material es la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de una determinada cantidad de dicho material en 1 grado Celsius. La unidad común de capacidad calorífica es el joule por grado Celsius (J/°C). Hay dos tipos principales de capacidad calorífica:

  • Capacidad Calorífica a Volumen Constante (Cv): La cantidad de calor requerida para elevar la temperatura del material cuando su volumen se mantiene constante.
  • Capacidad Calorífica a Presión Constante (Cp): La cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura del material cuando su presión se mantiene constante.

La relación entre la capacidad calorífica, el cambio de temperatura (ΔT) y la cantidad de calor (Q) se expresa como:

Q = C * \Delta T

Es importante destacar que para gases y líquidos, la capacidad calorífica puede variar significativamente con la temperatura y la presión. En cambio, para sólidos, esta variación es menor.

Transferencia de Calor

La transferencia de calor se refiere a cómo se mueve el calor de una parte de un material o sistema a otra. Hay tres mecanismos principales de transferencia de calor: conducción, convección y radiación.

  • Conducción: Es el proceso mediante el cual el calor se transfiere a través de un material sólido. La ecuación de Fourier para la conducción de calor en una dimensión es:

    q = -k \frac{dT}{dx}

  • Convección: Es el modo de transferencia de calor en fluidos (líquidos y gases) donde el calor se mueve con el fluido. La ecuación básica que gobierna la transferencia de calor por convección es:

    q = h A (T_s – T_f)

    donde:

    • h es el coeficiente de transferencia de calor por convección.
    • A es el área a través de la cual el calor se transfiere.
    • Ts es la temperatura de la superficie.
    • Tf es la temperatura del fluido.
  • Radiación: Se refiere a la transferencia de calor mediante ondas electromagnéticas, sin necesidad de un medio material. La Ley de Stefan-Boltzmann expresa esta relación:

    q = \sigma \epsilon A (T^4_1 – T^4_2)

    donde:

    • \sigma es la constante de Stefan-Boltzmann.
    • \epsilon es la emisividad del material.
    • A es el área de la superficie emisora.
    • T1 y T2 son las temperaturas absolutas de las superficies emisoras y receptoras, respectivamente.

Estos tres mecanismos de transferencia de calor a menudo ocurren simultáneamente en sistemas reales. Por ejemplo, en un horno doméstico, la transferencia de calor a los alimentos se produce por conducción (cuando los alimentos tocan la bandeja), convección (del aire caliente en el horno) y radiación (de las paredes calientes del horno).

En la práctica, el estudio de la transferencia de calor involucra resolver combinaciones complejas de estas ecuaciones para predecir cómo la energía térmica se moverá a través de sistemas diversos, como motores de automóviles, edificios, dispositivos electrónicos y mucho más.